La historia de Gordón estuvo en buena parte ligada a la historia del castillo de Los Barrios. Esto, unido a su aislamiento, les dio también ciertos aires. Por eso, como el resto, insultaban a todos, pero, como única excepción, se sentían exentos de cualquier tipo de calificativo. Hasta el punto que eran frecuentes actitudes como ésta:
Los de
los de Beberino, capones;
los de Huergas, sardineros,
los de Los Barrios... no hay cojones.
Alguien, cansado igualmente de esta situación, comenzó a llamarlos projuros. Y con el mote se quedaron. Detrás de la palabra, según me apuntan, se escondía la intención de llamarles renegados, blasfemos.
Este trozo de texto ha sido extraído de un artículo más amplio, sobre todos los motes que tienen los diferentes habitantes de los pueblos de Gordón, que nos ha enviado Angel García González (Gelu).
El artículo completo se puede ver en el siguiente enlace:
Este mismo articulo también lo podemos encontrar en formato web ( solo IExplorer, con FireFox se ve mal) en la pagina comarcadegordon.net
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